jueves, 10 de julio de 2008

La Maria de los guardias

Carlos Mejia Godoy


Déjenme que me presente:
yo soy la María del raso Potosme,
enantes perdí la inocencia
por las inquirencias del teniente Cosme,
también quiero palabrearles
que fui medio novia del sargento Guido,
lo que pasa es que ese jaño
ya hace quince días que fue transferido.

Yo soy la María, María en mi gracia,
pero a mi me dicen María de los guardias;
yo soy la María, María,
no ando con razones, razones,
ya llevo en mi cuenta, por cuenta,
cinco batallones.

Yo nací allá en el comando,
mi mamá cuidaba al capitán Guandique,
porque Tatecho es muy grande
ella no me tuvo en el mero tabique,
no es que me las pique
de ser de la Guardia la reina y señora,
pero mi primera pacha
la chupé chigüina de una cantimplora.

Yo soy la María, María en mi gracia,
pero a mi me dicen María de los guardias;
yo soy la María, María,
no ando con razones, razones,
ya llevo en mi cuenta, por cuenta,
cinco batallones.

Ajustaba los quince años
cuando me mataron al primer marido,
fue durante un tiroteyo
contra un hombre arrecho llamado Sandino,
a mi varón lo encontraron
de viaje tilinte por el Rapador,
yo lo vide al pobrecito
todo pasconeado como un colador.

Yo soy la María, María en mi gracia,
pero a mi me dicen María de los guardias;
yo soy la María, María,
no ando con razones, razones,
ya llevo en mi cuenta, por cuenta,
cinco batallones.

Tanto me quiso un tal Mingo
que en mi propia casa me puso un estanco,
para chequearse de fijo
por aquellos días que él salía franco,
Mingo lo tengo patente
nunca me decía mi nombre de pila;
como él era medio poeta
sólo me decía Flor de Bartolina.

Yo soy la María, María en mi gracia,
pero a mi me dicen María de los guardias;
yo soy la María, María,
no ando con razones, razones,
ya llevo en mi cuenta, por cuenta,
cinco batallones.

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